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Lunita era una perrita hermosa pero, lamentablemente, quedó discapacitada y fue asesinada en las calles de Salta, Argentina. Por suerte, uno de los empleados de la peluquería canina vio a Lunita y sintió pena por ella, por lo que la amable persona llamó a la organización de cuidados LUBA Salta.
Pronto, dos voluntarios se apresuraron a comprobar el estado de Lunita y recogerla.

La encontraron cuando un hombre estaba boca abajo en la acera y estaba atada a una barandilla cerca de una peluquería canina. Sus patas traseras estaban atadas a una silla de ruedas destartalada. A su lado había una bolsa de pañales y una nota con su nombre, edad y una explicación.
Sus dueños anteriores dijeron que no podían quedársela e incluso no le dieron comida ni agua.

La llevaron a un refugio y luego la colocaron en un hogar de acogida. Los voluntarios publicaron su información en Facebook con la esperanza de encontrarle una familia. Finalmente, una familia estadounidense se puso en contacto con la organización y se ofreció a darle a Lunita un hogar permanente.

ᴜпforгtᴜпаteɩу, no todo le salió bien a Lunita en su nuevo hogar. La familia no sabía cómo cuidar adecuadamente a una perra discapacitada y terminaron descuidándola, lo que llevó a Lunita a desarrollar una infección estafilocócica muy grave.

Fue necesario un gran esfuerzo y atención médica para ayudarla a tratar todas sus dolencias. Después de eso, otra familia estadounidense intervino y le dio un hogar a Lunita. Junto con su nueva familia y su buena salud, se convirtió en uno de los perros más felices que jamás hayamos visto.
Podía jugar con su hermano perrito, correr con una silla de ruedas hecha a medida, visitar parques, jugar en la nieve e incluso disfrutar de fiestas de cumpleaños, solo un mes después de celebrar su 11 aniversario, se enfermó y tuvo que ser ingresada en la UCI. en el hospital médico universitario, donde una vez luchó por su vida y falleció rodeada de sus seres queridos.

“Nunca la olvidaré y lo mucho que significó para mí”, escribió la madre de Lunita en Facebook. “Ella cambió mi vida para siempre. La amaba mucho”.
La historia de Lunita llegó a su fin y es un sorprendente ejemplo de perseverancia. Pero una cosa está clara: el último año de vida de Lunita fue el mejor que jamás haya tenido. ¡Comparte esta historia con todos tus amigos para orar por este maravilloso perro! ¡Descansa en paz, Lunita!